Durante el día de ayer lunes, los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido, han acusado a  Rusia por estar presuntamente detrás de un ciberataque informático a escala global. La denuncia formal fue presentada por el Departamento de Justicia estadounidense, acusando directamente a seis agentes de la inteligencia rusa por una serie de rondas de ciberataques, entre los que destacan que uno se realizó durante las elecciones presidenciales celebradas en Francia en el año 2017 y durante los Juegos Olímpicos de Invierno en el 2018, llevados a cabo en Corea del Sur.

John C. Demers, quien es el fiscal general asistente de Seguridad Nacional, ofreció una rueda de prensa en la que pudo dar a conocer las imputaciones afirmando, «Ningún país ha utilizado sus capacidades informáticas tan maliciosa o irresponsablemente como lo ha hecho Rusia, y causando de manera deliberada daños sin precedentes para lograr pequeños beneficios tácticos y satisfaciendo ataques de odio y rencor».

Por su parte, el Gobierno británico, acusó a los servicios de inteligencias militares rusas (GRU) de cometer actos de ciberataques en contra de las organizaciones de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020.

Estas acciones son consideradas como cínicas e imprudentes, y hasta las han condenado en los términos más enérgicos, así lo dejó claro el ministro de Exteriores británico, Dominic Raab, asegurando también, que Londres va a continuar su arduo trabajo con sus aliados para identificar a los culpables y detener futuros ciberataques.

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Los mismos culpables de la injerencia en las elecciones del 2016

Según declaraciones del Departamento de Justicia de EE.UU., los responsables de estos ciberataques, son seis informáticos ciudadanos y residentes rusos, quienes también son agentes del Directorio de Inteligencia Principal de Rusia (GRU), los cuales están en funciones desde noviembre de 2015 y noviembre de 2019.

Es decir, se está hablando de la misma unidad que desde Washington está levantando las acusaciones de ser los responsables de la injerencia en las elecciones estadounidenses de 2016, cuando robaron el material informático del Partido Demócrata.

Entre uno de los acusados por estos ciberataques maliciosos, se encuentra Anatoliy Sergeyevich Kovalev. Por esta razón, el director adjunto del FBI, David Bowdich, ha considerado a Moscú como «un adversario informático de gran poder, y la información que ha sido revelada muestra lo generalizado y destructivo que sus acciones cibernéticas pueden llegar a ser».

A todas estas acusaciones, se suman declaraciones de Corea del Sur y Francia quienes en un documento judicial citan los ataques al sistema eléctrico de Ucrania y el virus NotPeya que logró infectar los ordenadores a nivel mundial en el año 2017, entre los que se encontraban hospitales y centros farmacéuticos en Pensilvania.

Los cargos que han sido presentados son por piratería informática, conspiración, robo de identidades, fraude y registro falso de un nombre de dominio.