Este pasado jueves, las autoridades del Reino Unido anunciaron públicamente que, el país incluyó a Baleares en su lista verde como un destino seguro. Esta modificación va a entrar en vigor a partir del próximo miércoles 30 de junio.

La decisión del Gobierno británico, fue cambiar a las islas Baleares como un destino sin riesgos para la “lista verde”, mientras que el resto de las ciudades de España han quedado en la “lista ámbar”. En ella, además de cumplir con la cuarentena, se obliga a los viajeros a que tengan que cancelar pagar tres test del virus.

Uno de ellos sería antes de poder embarcar el avión y dos más cuando lleguen a Inglaterra. Antes de este anuncio, Irlanda del Norte y Escocia, publicaron también los resultados de su revisión, relacionadas a las consideraciones del viaje, el cual, Baleares pasaba a formar parte de la lista de destinos seguros. Asimismo, saldrán de la “lista ámbar”, Malta, Barbado, entre otros.

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El Reino Unido aplica el sistema de semáforo

El Ejecutivo del Reino Unido, ha comenzado con la aplicación de este sistema semáforo, el cual identifica con los colores, verde, ámbar y rojo, para clasificar a cada nación con un nivel de riesgo, según sean las cifras de contagios y de vacunación contra el virus.

Para explicar un poco mejor, la lista verde es para los países de bajo riesgo, y en realidad hay muy pocos incluidos allí, pero, entre ellos están Israel e Islandia. En la de color ámbar, entran los países de la UE (Unión Europea) y en el rojo, aquellos destinos que tienen el más alto índice de riesgos de infección, entre los que se encuentran India y los países de Suramérica.

Aquellos viajeros que tengan como destino cualquiera de los países verdes, no tendrán necesidad de cumplir los diez días de cuarentena cuando regresen al Reino Unido. Aunque sí tendrán que hacerlo cuando su destino sea para los países de la lista ámbar.

Mientras tanto, quienes regresen de un destino rojo, tendrán la obligación de cumplir con un aislamiento en un hotel que asignará el Gobierno. Sumado a ello, los pasajeros tienen que someterse a una prueba de PCR negativo del virus antes de poder regresar al Reino Unido y también cuando estén en el país.