El Gobierno de España, está planeando una reforma fiscal, y se prevé que se retrasaría hasta más allá de 2023. Esto sería como una medida para dar más tiempo a la economía del país, a que pueda recuperarse del impacto causado por la pandemia.
Por su parte, la Ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno español, Maria Jesús Montero, asegura que eso no podría suceder, pues ella, tiene la plena confianza en que se logrará la recuperación.
Montero señala que «La reforma fiscal estará siempre condicionada a la recuperación económica». En la rueda de prensa presentada por la ministra, mostró los componentes sobre fiscalidad, lucha contra el fraude fiscal y eficacia del gasto público.
Según lo que pudo explicar, aún no existe ninguna cifra de recaudación comprometida con Bruselas acerca de la reforma fiscal que se piensa para el año 2023. Recalcó que hay un objetivo que es el de reducir de forma paulatina la diferencia de 7,7 puntos del PIB de presión fiscal que tiene España con la media de la zona euro.
El Ejecutivo prevé que se puedan recuperar las cifras de PIB previos a la pandemia a finales del próximo año 2022. Por ello, tienen previsto contemplar las medidas fiscales para el año 2023, pese a que chocará con la elecciones generales.
Acercamiento a la media Europea
Asimismo, la ministra pudo adelantar que las medidas se podrían abordar en el año 2022, cuando el comité de expertos de esa reforma fiscal, pueda tomar sus propias conclusiones. Tambipen aclaró que, no supondrá una subida de alguna figura tributaria, más bien implicaría «algún incentivo fiscal o disminuir tipos».
La portavoz del Gobierno piensa que “España no debería de ir a la Unión Europea a exigir recursos de 140.000 millones, sin que el país acometa reformas imprescindible para que pueda acercarse a la media europea de presión fiscal y a la recaudación”.
Del mismo modo, reiteró que no se subirán los impuestos a la clase media o trabajadora, bajo ningún motivo. Más bien se se abordará la progresividad del mismo.
Admitió públicamente que, hay algunos impuestos como el de la fiscalidad verde o a la salud, que sí afectan de cierto modo a la clase media y trabajadora, así no persigan un afán recaudatorio.
Por otro lado, mencionó el caso del Impuesto de Sociedades, las multinacionales y los grandes grupos empresariales, pagan proporcionalmente menos que las pymes.
