El turismo de naturaleza o rural, está viendo con mucho optimismo, la temporada turística estival que se aproxima. Así lo pudo asegurar, el presidente de la Asociación Cántabra de Turismo Rural, Jesús Blanco, en el programa Encuentros de RNE en Cantabria.

Ahora están a la espera de un buen verano, no tan favorable como fue la del año pasado, que en plena pandemia, los visitantes invadieron Cantabria, pero sí que se vean resultados.

Blanco valora, que este verano se puedan ofrecer muchas más opciones para los turistas, señalando que, “Las cosas están marchando bien. El mes de junio comenzó fuerte tras el cierre perimetral, y las expectativas nos hacen pensar en una buena temporada. Un mes después de la normalización de la situación, estamos más o menos en los parámetros de un verano normal. Eso hacer prever que el verano va a estar bien, pero quizá no tan bien como el año pasado”.

Sin embargo, el presidente de la asociación de alojamientos rurales, tiene plena confianza en las características de esta oferta. Esto es porque, ahora están ofreciendo una mayor seguridad sanitaria, ya que, ampliaron los espacios verdes, de los jardines y de los valles.

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Cambios que benefician al sector

Jesús Blanco ha explicado, que las necesidades de los turistas han cambiado, beneficiando al sector, frente a un futuro turismo masivo de sol y playa. Expresa que, sin duda, hay un cambio para buscar algo más auténtico, brindando amplias zonas, para las familias que irán en busca de aire puro, disfrutar de paisajes y de entornos saludables y relajantes, lejos del peligro y del ruido.

Muchos de los turistas que vinieron el año pasado, lo hicieron por primera vez, aseguró Blanco, por lo que, está convencido de que toda esa gente que probó de nuestra tierra volverá. De hecho comentó que “se nota en los fines de semana con tiempo favorable. Cantabria se llena en cuanto sale el sol”.

Desarrollo eólico preocupante

La preocupación por el desarrollo eólico está incesante en la Asociación de Turismo Rural. Ahora mismo están planeando, que tendrán que instalar aerogeneradores en Cantabria, pero, por supuesto, preservando algunas zonas.

“En ciertos valles de Cantabria la presencia de aerogeneradores va a alterar ese paisaje que es el que hace que la gente venga y vuelva cada vez que quiera. Es una situación complicada, porque somos conscientes de que habrá que tener energía eólica”, añadió Blanco.