Una verdadera catástrofe natural ocurrió en Madrid, como consecuencia del temporal de nieve Filomena que se ha presentado en las últimas semanas. Se trata de una gran devastación de árboles en plena ciudad, a la que denominaron “masacre vegetal”.

El Ayuntamiento cree que al menos la mitad de los árboles de Madrid han caído al suelo, los datos arrojan un 44% que están siendo afectados por este desastre natural. Específicamente son un total de 749.000 de los 1,7 millones de árboles  existentes, según las revisiones que han hecho los servicios técnicos.

Por ejemplo, la Casa de Campo, que tiene una extensión de más 1.700 hectáreas, perdió unos 550.000 árboles de 850.000 que tenía. El pino piñonero es una de las especies arbóreas más afectadas por la catástrofe, y vale la pena destacar que es una de las más abundantes en esa zona.

Es aproximadamente el 85% de ellos que han caído tras la nevada. Estos son árboles de hoja perenne, aparasolados y de gran porte, le han caído grandes cantidades de nieve, haciendo que sea más pesado y, por ende, han caído.

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Inevitable desastre natural

Según el Ayuntamiento, el desastre fue inevitable porque fue por causas naturales, así que descartaron que haya sido por falta de mantenimiento en las zonas. Todo ello los ha obligado a tomar un conjunto de medidas preventivas, una de ellas es cerrar de manera momentánea durante lo que resta de mes, todos los parques y las zonas verdes que estén en riesgo.

En opinión de García Vicente, apenas había margen de maniobra para poder evitar este desastre, pues, supuestamente, el problema de origen se remonta a los años 50 y 60 del pasado siglo, época en la que plantaron demasiados árboles enormes de pinos en la Casa de Campo, cuando se pudo haber plantado otra clase de árboles menos propensos a ocasionar grandes desastres como el que ahora acabamos de ver.

Se espera que en los próximos días se tomen previsiones meteorológicas, pues, se avecina un temporal de lluvia que abatirá la zona del centro peninsular, por lo que, se podría agravar mucho más la situación.

Por otro lado, Juan García Vicente afirma que, «La nevada que cayó ha dejado el terreno muy inestable, blando, y va a venir mucha agua con vientos fuertes, por lo que se espera que la situación se pueda complicar mucho más».