Para el pasado año 2020, la presión fiscal tuvo incremento en España de 1,9 puntos porcentuales, que logró representar el 36,6 % del producto interior bruto (PIB). La razón principal de este incremento, es que, fue el país de la OCDE en que más bajó la actividad con un 10,8 % a causa de la pandemia que generó el virus C-19.
Ese aumento del peso de los impuestos, fue producido a pesar de que ya habían experimentado unas caídas importantes, llegando a casi 5%. Entre los países de OCDE que más aumentaron el peso de los impuestos, fueron precisamente, España y México.
Por otro lado, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), publicó este lunes, su respectivo informe anual referente a los ingresos fiscales. Éste señala que de media los Estados miembros, obtuvieron un aumento de la recaudación, por el impuesto sobre la renta y por las cotizaciones sociales, pero esto es hablando en términos porcentuales.
De igual manera, presentaron importantes cortes en los ingresos por el impuesto de sociedades, lo cual generó que se sufriera un bajón en los beneficios empresariales.
Presión fiscal aumentando cada vez más en España
Ya van muchos años desde que empezó a aumentar desmedidamente la presión fiscal en España, de hecho, ha sido por encima de la media de la OCDE, que en el año 2020 subió una décima al 33,5 %, quedando como uno de los países que más incremento obtuvo durante la última década.
Entre la década de 2010 al 2020, los incrementos que más resaltaron, fueron los de Eslovaquia con unos 6,7 puntos porcentuales de PIB, Grecia, con 6,5 puntos y, por último, Corea del Sur, que estaban seguidos de España y Japón con algo más de cinco puntos cada uno.
En México, la presión fiscal pudo progresar en 1,6 %, con el 17,9 %, sin embargo, seguía siendo la menor de los 38 miembros de la OCDE. Mientras tanto, en Chile fue la inversa, siendo la segunda mayor caída de la recaudación fiscal en términos de PIB con 1,6 puntos porcentuales al 19,3 %, solo quedando por detrás de Irlanda que tuvo 1,7 puntos al 20,2 %.
Asimismo, ocurrió en Colombia, disminuyendo la presión fiscal al 18,7 % del PIB como punto porcentual, dejándola en segunda posición en la cola de los Estados de dicha organización.
Por su parte, en Costa Rica, la dinámica resultó similar, obteniendo una caída de los impuestos, de siete décimas al 22,9 % del PIB, entre una de las más bajas de la organización.
