La frenética escalada de los precios de la luz, le está dando un duro golpe a una gran cantidad de empresas y autónomos. Éstos se han visto afectados en cuanto a su viabilidad, desde el pasado año, con la llegada de la pandemia.
Cuando ya ha pasado año y medio, aún sometidos a los créditos ICO y en su intento de salir de la crisis que generó el virus y la pandemia, llega ahora el increíble aumento de los costes energéticos. Estos aumentos, lo que están logrando, es generar más presión a estas empresas que ahora están en la lucha para no perder lo poco con lo que están trabajando.
Los sucesivos máximos que alcanzó el precio de la luz en el mes de agosto en el mercado mayorista, este martes llegó hasta los 130,53 euros por megavatio/hora (MWh), llevaron al mes número ocho del año, a cerrarlo con la factura más cara de la toda la historia.
Ha logrado entonces, ser superior a los 100 euros/MWh, lo que ha hecho que los negocios se ponga contra las cuerdas. Es así como, ningún negocio del sector económico se están salvando de ello. Tanto bares, restaurantes, empresas textiles, autónomos y demás, se han visto realmente afectados con los altos precio de la electricidad.
Tendrán que subir los precios
Algunos negocios que ofrecen diversos servicios, han expresado que, tendrán que verse en la obligación de subir sus precios. Por ejemplo, la encargada de un restaurante en Madrid, ha dicho que su cocina depende de la electricidad a diario, consumen grandes cantidades de electricidad, ya que usan aparatos como freidoras, hornos o lavavajillas que son muy necesarios.
Su uso es constante, desde que abren el negocio a las 09:00 horas, hasta su cierre a las 00:30 horas. Además, cuando llega el verano, se hace estrictamente necesario el uso del aire acondicionado en el interior del restaurante, al igual que los ventiladores y los extractores, lo cual, para ese momento, representaría un duro golpe a la factura de la electricidad.
“Ya hemos notado la impactante subida en los precios de la luz y eso va a repercutir negativamente en todo. Yo tendré que subir mis precios, no me queda más opción, ya que es imposible sostener un negocio de hostelería con todo puesto para que el cliente esté a gusto; y más si cabe después de la pandemia”, contó Begoña Pereira, encargada del restaurante Gloria Bendita, en Madrid.
