El pueblo iraquí, acudió a las urnas este domingo, para celebrar las elecciones parlamentarias que resultó poco concurridas y marcadas con un amplio despliegue del Ejército y de la Policía en todas las calles del país.
En los centros electorales también hubo presencia de seguridad, en los cuales no se registró ningún incidente. Fueron aproximadamente, más de 8.200 colegios electorales que lograron abrir sus puertas a las 7.00 hora local (4.00 GMT), recibiendo a más de 25 millones de iraquíes para que cumplieran con su derecho al voto.
Del mismo modo, hasta hubo presencia de varios aviones de combate, que sobrevolaban el cielo iraquí. Por su parte, las calles estaban completamente solas, al igual que algunos colegios, solo en pocos había decenas de personas sufragando, en las que, en su mayoría, eran personas de avanzada edad.
Yalil Adnan, quien es el presidente de la Junta de Comisionados que supervisa el proceso electoral, anunció a pocas horas del cierre del proceso electoral que, solo participó un tercio de los votantes registrados.
De igual manera, el primer ministro iraquí, Mustafa al Kazemi, dijo a la prensa después de ejercer su derecho al voto que, «Nuestro futuro depende de nuestra participación».
En total, llegaron a la conclusión que al cerrar el proceso, solo hubo el 41 %, siendo la más baja de todas en Irak, después de la caída en 2003 del régimen de Sadam Hussein tras la invasión estadounidense.
Protestas
El primer ministro iraquí, recalcó que estos comicios anticipados, había sido una promesa del gobierno a las constantes demandas de protestas que se registraron en octubre del año 2019, cuando la mayoría del pueblo iraquí salió a las calles a reclamar por unos mejores servicios y para que se ponga fin a la corrupción endémica que impera en el país.
Tales movilizaciones, obligaron a la dimisión del Gobierno, y a la aprobación de una nueva legislación electoral. Pese a ello, gran parte de los activistas que fundaron partidos creados durante esas protestas, que se saldaron con más de 600 muertos, terminaron por retirar sus candidaturas por causas de las presiones, amenazas e intimidación de los otros partidos tradicionales.
Por su parte, Viola von Cramon, jefa de la misión de observadores de la Unión Europea (UE) para las elecciones iraquíes, dio una rueda de prensa en la que manifestó su descontento por la «la baja participación» en las elecciones y atribuyó a que «la gente no ha estado convencida con las opciones políticas».