Una brutal represión en la ciudad de Bago, Birmania, que fue ejercida por las fuerzas de seguridad, dejó al menos a unas 82 personas muertas. Los hechos fueron divulgados por un oenegé local, quien informó de los decesos.

Por su parte, la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP), indicó que dicha ciudad, fue el escenario de un verdadero “campo de matanza” este pasado viernes. Todo transcurrió, cuando las fuerzas de seguridad, comenaron a atacar a un campamento de manifestante al amanecer.

Según la AAPP, la cifra que ha confirmado oficialmente es de 82 personas fallecidas durante los ataques de las autoridades. Pero, también han advertido, que este número podría aumentar, según se vayan comprobando más datos.

Para los ataques, las fuerzas de seguridad utilizaron armas mortales de gran calibre y artefatos explosivos similares a los que se usasn para los conflictos bélicos. Mientras que algunos de los manifestantes, solo contaban con rudimentarias armas, como tirachinas.

La asociación denunció, que los durante el ataque, resultaron heridos de gravedad muchos de los manifestantes, quienes solicitaron asistencia médica, pero los militares se negaron. Esto provocó que murieran desagrados y los cuerpos de muertos y heridos era apilados todos juntos.

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Más de 700 muertos y miles de detenciones desde el golpe de estado

Parte de los residentes de Urbe, han tenido que verse en la obligación de abandonar la población, por el temor de ser atacados por los uniformados. Los medios locales han informado que las fuerzas de seguridad, han instalado varios puntos de controles a las salidas de la ciudad.

Sin embargo, pese a que los uniformados se mantienen con la brutal represión, los manifestantes continúan en las calles. Manifiestan su total rechazo al mando castrense que se implantó mediante el golpe de estado ocurrido el 1 de febrero de este mismo año.

A pesar de la matanza del día viernes, centenares de personas salieron a las calles el sábado también a desafiar a los militares. Hasta los momentos AAPP, aportó datos oficiales, asegurando que son 701 vidas perdidas en hechos de violencia desatadas por las fuerzas de seguridad por el sublevamiento militar.

Asimismo, informó que hay al menos unas 3.012 personas detenidas por los militares, entre las que se encuentra la derrocada líder del gobierno civil, Aung San Suu Kyi.