Se pudo conocer que Irán continúa produciendo uranio en cantidades que sobrepasan lo permitido y pactado en el acuerdo nuclear que se llevó a cabo en el año 2015, según informaron inspectores internacionales, quienes reclamaron haber encontrado, partículas de uranio en un lugar no declarado a la agencia nuclear de la ONU.
Hasta los momentos se sabe que, la República Islámica posee grandes reservas de uranio enriquecido de al menos 2.449 kilos, cifra que está por encima de los límites establecidos en el pato nuclear de máximo 300. Irán añadió a su combustible nuclear unos 337,5 kilos durante este último trimestre, siendo la mayor parte de esa cantidad en forma de gas UF6, algo realmente alarmante.
Disputas entre la OIEA y Teherán
El informe que redactaron los investigadores nucleares, indica que en el mes de febrero del año 2019 pudieron encontrar «partículas de uranio de origen antropogénico» en un sitio que Irán no ha dicho a esta agencia que tenía como espacio para experimentos atómicos.
De hecho, son dos lugares que se han declarado y que ahora son motivo de investigación por parte de los inspectores quienes lograron acceder a ellos y ha generado grandes disputas entre la OIEA y Teherán. Se pudo conocer también que, solo fue hasta finales del mes de agosto que Irán accedió a que esas zonas fueran examinadas y los expertos internacionales tomaran las muestras necesarias.
Entre las muestras que pudieron analizar, se encontraron que son «partículas alteradas isotópicamente de uranio poco enriquecido». Vale la pena resaltar que la OIEA se ha reservado los nombres del lugar donde encontraron el combustible nuclear.
Por su parte, Irán se defiende pero no da explicaciones claras acerca del por qué estaban esas partículas allí, pues, a consideración de la OIEA, «no es creíble técnicamente», luego de que Teherán rindiera declaraciones explicando los días 5 y 9 de noviembre.
Asimismo, el Organismo Internacional de Energía Atómica, ha demandado que lo más pronto posible tenga una explicación coherente y más clara acerca de la presencia de este químico potencial en ese lugar no permitido y por qué no informaron que tenían espacios para experimentos atómicos.
Por otro lado, Irán se había negado hasta ahora de dar su consentimiento para que los inspectores accedieran a esos espacios, pues, alegaban que sus sospechas supuestamente podían venir de los servicios de inteligencia de Israel.