Este pasado martes, miles de personas se han volcado a las calles de Sudán, iniciando otra nueva jornada de protestas. El fin de la misma es exigir a los militares que son responsables del golpe de Estado del pasado 25 de octubre, que terminen de entregar el poder de una vez a los civiles.
Las protestas se empezaron a registrar, tras la dimisión del primer ministro Abdalá Hamdok, durante la tarde de este pasado domingo, justo a los 42 días de haber alcanzado un acuerdo para ocupar nuevamente el puesto del que había sido expulsado.
Tras todos estos eventos, las fuerzas de seguridad tomaron acciones y empezaron a reprimir a los manifestantes de forma violenta. Para ello, utilizaron bombas de sonido y gases lacrimógenos en Jartum, el centro de la capital, lugar donde se concentraban los manifestantes.
Desde ese lugar, las personas se dirigieron hasta el palacio presidencial, la sede del presidente del Consejo Soberano y líder militar sudanés, Abdelfatah al Burhan, cabecilla la asonada de octubre.
Los civiles presentes, respondieron al llamado de los diferentes comités de resistencia, que empezaron a exigir que se presionara a los militares para que entreguen de una vez el poder a la población.
Varios heridos en los enfrentamientos
Tras la represión en las marchas, terminaron provocando heridas a unos 30 protestantes en Jartum. Del mismo modo, las personas que participaron en las protestas, lograron obstaculizar algunas carreteras de la capital con barricadas y neumáticos ardiendo en fuego.
Se pasearon por todas las calles mostrando banderas sudanesas y gritando consignas como, «el pueblo es más fuerte y dar marcha atrás es imposible», «no a la negociación, «no a la asociación con los militares» y «sí al gobierno civil democrático».
Por su parte, las autoridades, no bloquearon esta vez los puentes que conducen a la capital, así como tampoco, a los servicios de telefonía e Internet, algo que viene siendo habitual en el país.
Desde que ocurrió el golpe de Estado en el pasado mes de octubre de 2021, el pueblo sudanés, ha estado tomando las calles de forma frecuente y constante, por lo que, la represión de las fuerzas de seguridad, ha dejado hasta el momento 57 muertos y cientos de heridos, aproximadamente.