La ciudad de Barcelona, rindió un homenaje muy emotivo a las víctimas del atentado del 17 de agosto. El acto, estuvo presidido por el silencio, para luego, escucharse la denuncia en la voz de los familiares, alegando que se encuentran en total abandono y están exigiendo que se sepa toda la verdad.

El acto dio inicio a las 10 de la mañana, llevándose a cabo  en el memorial de las Ramblas frente al Liceu. Careció de discursos, pero sí ofrecieron cinco minutos de silencio con las notas del Cant dels Ocells de fondo.

Este himno de la paz de Pau Casals, fue interpretado por un artista local. Luego hicieron una ofrenda floral por parte de víctimas y familiares, y después siguieron los representantes de las administraciones.

Además de estas participaciones, podemos destacar que hubo la presencia del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès; quien estuvo acompañado de la ministra de Transportes, Raquel Sánchez; y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, sumando también a los diferentes representantes de los cuerpos de seguridad y de los equipos de emergencias.

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Otros invitados que participaron

El honorable acto de homenaje, vio la participación de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y la del Parlament, Laura Borràs. Sin dejar de mencionar que también estaba Teresa Cunillera, delegada del Gobierno en Cataluña, en compañía de los consellers de Interior, Joan Ignasi Elena, el de Salud, Josep Maria Argimon, y el de Igualdad y Feminismos, Tania Verge.

Los primeros en colocar las ofrendas florales, fueron las víctimas y los familiares, coronas que estaban provistas de claveles blancos. Todas fueron ubicadas frente al Liceu, el sitio exacto donde la furgoneta del terrorista Younes Abouyaaqoub se detuvo a cometer el atentado.

Los damnificados han denunciado entonces, al finalizar el acto, que cuatro años después de este acto terrorista, continúan «abandonados» por las administraciones. Para ellos, esto no significa más que una «segunda victimización», por lo que, están exigiendo a la Generalitat, la creación de una oficina.

Alegan que ésta debe servir de atención a las víctimas y han reclamado que «se sepa la verdad de todo», criticando que los supervivientes de la célula no hayan sido condenados por asesinato. Todavía existen aproximadamente 250 afectados que no han recibido hasta ahora ningún tipo de indemnización por los daños.

Hace cuatro años que estos atentados dejaron unos 16 fallecidos y más de 140 heridos. Algunos de los afectados que tenían previsto acudir, desistieron debido al temor que les causó la falsa alarma del día anterior, momento en el que se desplegó un amplio dispositivo policial por la confusión que creó al coincidir el uso de pirotecnia en la calle y un accidente doméstico en el interior de un hotel cercano a ese lugar.