Este pasado jueves, la Junta Militar de Birmania ha acusado directamente a Suu Kyi, la líder defacto recientemente derrocada, de recibir pagos ilegales por la suma de 600.000 dólares. Esta cifra es lo equivalente a 501.400 euros al cambio aproximadamente. Además de esto, aseguran que también recibió oro como parte de los pagos.
Sería entonces este, un nuevo cargo que tiene la líder de ese Gobierno y que, actualmente está detenida desde el 1 de febrero, luego de ser derrocada por un golpe de estado.
Según Zaw Min Tun, portavoz de la junta, la Nobel de la Paz, habría recibido pagos ilegales durante su mandato. El dinero y oro recibido fue de parte del jefe de la región de Rangún, Phyo Min Thein.
Estas nuevas acusaciones contra Hyi, han llegado después de la respuesta violenta que las fuerzas de seguridad contra los manifestantes que protestan contra la asonada militar. La protesta se registró este pasado jueves y dejó unos 12 muertos.
Suu Kyi con varios cargos en su contra
La líder y Nobel de la Paz de 75 años, fue detenida el pasado 1 de febrero y, desde ese entonces, se le han acusado de varios cargos. Entre las acusaciones más destacadas están: primero, infracciones de la ley de importación y exportación del país, mediante unos ‘walkie talkies’ que la Policía tomó como evidencia dentro de su propia casa.
El segundo es la violación de las leyes de gestión de desastre en el marco de la pandemia. Un mes después del levantamiento militar, el tribunal birmano dictó un nuevo cargo por «incitación» contra la líder de facto derrocada al vulnerar el artículo 505(b) del Código Penal.
Ahora, más recientemente, la Junta Militar la acusa de aceptar dinero y oro ilegalmente. El propio antiguo jefe de Rangún Phyo Min Thein, aseguró haberle entregado personalmente 600.000 dólares en efectivo» y oro, entre los meses de diciembre de 2017 y marzo del 2018.
Vale la pena resaltar que, los tribunales afirman que estos cargos, pueden suponer una condena de varios años en prisión para la Nobel de la Paz.
Represión en contra de los manifestantes
Durante la manifestación de este jueves, resultaron 12 personas muertas por disparos de parte de las fuerzas policiales. Todo esto ocurrió en varias ciudades de Birmania mientras manifestaban en contra de la Junta Militar.
Con esto, ya se eleva la cifra de fallecidos a 70 desde que se iniciaron las protestas. Además de esto, hay varias detenciones, siendo unas 1.689 personas, entre ellas políticos, estudiantes y monjes, desde que ocurrió el golpe de estado militar.
