Este pasado martes, se conoció que las agencias de inteligencia de Estados Unidos, realizó una fuerte acusación a Rusia e Irán. Esto se debe a la supuesta injerencia de ambos países en los comicios electorales del pasado mes de noviembre.
Tanto Rusia como Irán, habrían hecho el intento de interferir en las elecciones presidenciales del año 2020. Al mismo tiempo, han revelado que entre Cuba, Venezuela y el Hezbolá, también intentaron de influir en el proceso electoral.
Todas las agencias de inteligencia de USA, entre las que se encuentran la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), realizaron un informe con al menos 15 páginas. En ese informe, las agencias aseguran que el gobierno chino «no desplegó esfuerzos de interferencia», pues, pensaron que si interferían y eran descubiertos, era mucho mayor que cualquier beneficio.
De manera específica, en dicho documento señalan al presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien es sospechoso de dirigir una campaña para beneficiar a Donald Trump con «acusaciones engañosas o sin fundamento».
Han señalado, de igual modo, que tuvieron otros intentos para poder influenciar en los votantes. Se supone que fue, mediante una «campaña de influencia encubierta» con la cual Irán, intentaba desmejorar el apoyo de Trump. Eso fue después de que el expresidente de los Estados Unidos, retirara a su país del acuerdo nuclear e impusiera nuevas sanciones.
Cuba y Venezuela participaron
Dentro de los acusados por intentar influenciar en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, están Cuba, Venezuela y el Hezbolá. Pretendieron intervenir en dichos comicios, pero a menor escala.
El informe que dictaminó estas acusaciones, llegó luego del polémico reporte del exdirector del FBI, Robert Mueller. En él, Mueller concluyó que Rusia, tuvo también una intervención en las elecciones presidenciales del año 2016. De esa manera, impulsó la candidatura de Trump mediante una campaña de propaganda que desprestigió a su oponente, la demócrata Hillary Clinton.
En el documento indican de forma textual lo siguiente: «Evaluamos que los líderes rusos prefirieron que el expresidente Donald Trump ganara la reelección a pesar de percibir algunas de sus políticas de la administración como anti-Rusia. Tenemos una alta confianza en esta evaluación».
Lo mismo sucedió en el año 2016, con la denominada «fábrica de trolls» rusa, la cual también era conocida antes como Agencia de Investigación de Internet. Con ellas, crearon una gran cantidad de historias despectivas en las redes sociales acerca de Biden y los demócratas.