El visionario que convirtió los cielos de Canarias en una ventana al universo pierde la vida a los 89 años
El Instituto de Astrofísica de Canarias ha anunciado el fallecimiento de su director fundador, el profesor Francisco Sánchez Martínez, a los ochenta y nueve años de edad. El que fuera pionero de la astrofísica en España falleció en Madrid, ciudad donde residía durante sus últimos años. Su muerte supone una pérdida irreparable para la comunidad científica nacional e internacional.
La contribución del profesor Sánchez al desarrollo de la ciencia en España es monumental. Gracias a su visión y tenacidad, logró crear no solo uno de los centros de investigación más prestigiosos de Europa, el IAC, sino también dos de los mejores observatorios astrofísicos del planeta: el Observatorio del Teide, en Tenerife, y el Observatorio del Roque de los Muchachos, en La Palma. Su legado como pionero de la astrofísica comenzó en 1961 con su primer viaje a Tenerife para estudiar la calidad del cielo canario.
Los inicios: el primer telescopio internacional en el Teide
Convencido de la excepcional calidad de los cielos canarios para la observación astronómica, Francisco Sánchez emprendió una incansable labor de convencimiento a nivel internacional. Su esfuerzo dio su primer gran fruto en 1964, cuando logró que la Universidad de Burdeos instalara el primer telescopio profesional en el Observatorio del Teide. Este hito no fue solo un logro científico, sino también diplomático.
Este primer acuerdo sentó un precedente crucial. Sánchez estableció el modelo que regiría todas las colaboraciones futuras: la instalación de telescopios internacionales en suelo canario a cambio de garantizar un veinte por ciento del tiempo de observación para los científicos españoles. Este modelo fue la piedra angular que permitió el despegue de la astrofísica en España.

La creación del primer grupo de investigación y la institucionalización
Bajo el impulso de Sánchez, nació el primer grupo de investigación astrofísica del país, dedicado a la ‘Alta Atmósfera y Medio Interplanetario’. Paralelamente, se realizaron las primeras tesis doctorales en esta disciplina en España. En 1965, se incorporó a la Universidad de La Laguna como profesor adjunto de Física en el Observatorio del Teide.
Su tesis doctoral, presentada en 1969, fue la primera sobre astrofísica en España que se leyó en el país. Su carrera académica y de investigación fue imparable. En 1970, se creó en la ULL la primera plaza de profesor de Astrofísica en una universidad española, que ocupó él mismo, convirtiéndose además en el primer catedrático de la materia en 1974. El instituto universitario que impulsó en 1973 sería el germen del actual IAC.
Hitos de un legado imborrable
La expansión continuó en La Palma, donde entre 1976 y 1978 se construyó la carretera de acceso al Roque de los Muchachos, dando lugar a uno de los complejos de observación más importantes del mundo. Otro de sus grandes logros fue la promulgación en 1988 de la Ley para la Protección de la Calidad Astronómica de los Observatorios del IAC, conocida como Ley del Cielo.
Esta ley pionera convirtió a Canarias en la primera comunidad autónoma en regular la contaminación lumínica para preservar la oscuridad del cielo. Además, Francisco Sánchez fue el principal impulsor del Gran Telescopio de Canarias (Grantecan), el telescopio óptico-infrarrojo más grande del mundo en su momento, inaugurado en 2009 en el Roque de los Muchachos.
Valentín Martínez Pillet, actual director del IAC, ha destacado que el legado del profesor Sánchez es «incalculable». Subrayó que fue un hombre que «abrió camino a la astrofísica en España con visión, coraje y un liderazgo indiscutible». Su figura permanecerá como la de un auténtico pionero de la astrofísica y una inspiración eterna para las futuras generaciones de científicos.