Nuevamente, el volcán de La Palma retomó su actividad eruptiva, luego de haber permanecido en una pequeña pausa en la que estuvo casi parado. Cuando pasaron las 11:00 horas de este lunes, comenzaron a brotar otra vez, la lava, las cenizas y el humo, y solo a pocas horas después de un breve descanso.
Los expertos han pedido que traten de mantenerse con la mayor prudencia posible ante esta nueva situación, pues, asegura que, las pequeñas pausas suelen ser relativamente «habituales» en este tipo de erupciones.
Según el coordinador científico del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), Nemesio Pérez, «En un proceso activo como este, los parones cortos no son para hacer un análisis rápido. Si dijéramos que lleva parado una semana, sería muy distinto, pero aún no tenemos claro qué significa ese parón de actividad, con tan poco tiempo».
Por su parte, David Calvo, portavoz de Involcan, explicó a los medios informativos que, siempre es constante la variabilidad en una erupción. “Estos periodos de pausa o de recarga que puede tener el sistema, no quiere decir que estemos al final de la erupción, eso tendrá que determinarse con otro tipo de estudios», señaló Calvo.
Otro foco sísmico en la zona de Fuencaliente
Por otro lado, los expertos del Involcan, aseguraron que, ese breve descanso de la actividad del volcán, pudo deberse a un reajuste magmático. Fue durante las últimas horas que, el tremor volcánico había desaparecido prácticamente, así como también la actividad explosiva estromboliana.
Pese a ello, la actividad sísmica sí se encontraba sufriendo una reacción, por lo que, se comenzaría a desplazar hacia las cotas más altas, específicamente en la zona de Fuencaliente, en el sur.
Por ello, Calvo explicó que, recientemente apareció de nuevo otro foco de sismicidad, en el cual tienen ahora toda su atención “para ver si pasa a otro plano». De igual manera, aseguró que, hasta el momento «es una sismicidad profunda», logrando dar tranquilidad a la población.
«Todos los epicentros están localizados en la zona de Fuencaliente, pero los hipocentros están a unos 10 kilómetros. Tenemos que estar siempre al pendiente de si empieza a haber deformación en esa zona de la isla, y a partir de ahí empezar a dibujar otros escenarios, aunque de momento los GPS no nos están dando ninguna señal», explica Calvo.