La Organización Internacional de las Migraciones (IOM) informó que, un bote neumático naufragó frente a Libia. Esto fue poco después de haber salido de la playa, y lanzar una llamada de socorro. Pero fue demasiado tarde y muerieron quince personas ahogadas por el naufragio.
La IOM asegura que el resto de los pasajeros, pudieron ser rescatados por una patrulla de la Guardia Costera del Oeste de Libia. Luego del rescate, fueron regresados al puerto del ese país norteafricano, a pesar de no ser un puerto seguro. Los 95 migrantes eran procedentes de varios países.
Explica la IOM a los medios de comunicación que, «Estamos atendiendo a los supervivientes del naufragio, la mayoría de ellos tienen hipotermia y quemaduras por la combinación de agua salada y gasolina. Dicen que han quedado quince cadáveres en el mar».
Ha reiterado, de igual manera, que Libia no es un país seguro y que han repetido hasta el cansacio que estas tragedias se pueden evitar. Según el protocolo que tienen planificado, después de dar los primeros auxilios a los migrantes, van a ser trasladados a los centros de detención que son controlados por las milicias colaboradoras con el gobierno que sostiene la ONU en Trípoli.
Los médicos han dicho que estos centros no están en buenas condiciones, carecen de higiene y de servicios básicos. Además, los migrante huyen de eso e intean nuevamente la travesía.
Demora del rescate
La ONG Alarm Phone que se encarga de vigilar el tránsito migratorio en la ruta del Mediterráneo Central, asegura que los migrantes habían realizado un llamado de auxilio, poco antes de la madrugada. Ya habían advertido que el bote estaba perdiendo aire y que varias personas habían caído al agua.
A pesar de este aviso, los migrantes relatan que seis horas después de hacer el llamado, la Guardia Costera libia aún no había salido para hacer el rescate. “Cino horas después de la comunicación con la Guardia Costera, todavía no hay ayuda a la vista”, dijo uno de los sobrevivientes.
El mismo grupo de rescate, logró esta semana interceptar a más de 200 personas que pretendían cruzar el Mediterráneo irregularmente a bordo de una embarcación en condiciones precarias y los ha devuelto a puerto.
Desde que inició el año 2021, se han interceptado al menos a 3.500 personas de las cuales 187 son menores de edad. Por lo menos un cuerpo formado en su mayoría por la Unión Europea y que está bajo sospecha, de que se podría tratar de vículos con las mafias que se dedican al contrabando de personas.